Sueño

Creemos imprescindible que los niños duerman las horas recomendadas para su edad y que además, este descanso, sea de calidad. Definir claramente la hora de ir a dormir y levantarse, así como tener en cuenta las condiciones de la habitación, ayudará a los niños a tener un buen descanso.

Numerosos estudios confirman la relación entre la falta de descanso nocturno y el aumento de peso tanto en la infancia como en la adolescencia y la adultez. Muchos niños con obesidad duermen menos horas de las necesarias. De la misma manera, entre un 25% y un 30% de la población infantil padece trastornos del sueño que se podrían solucionar con los hábitos adecuados. Dormir las horas necesarias reduce en un 36% las posibilidades de padecer sobrepeso u obesidad (cifras del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición CIBERobn).

Desde la Gasol Foundation trabajamos siempre bajo el enfoque que una “vida saludable” no responde tan sólo a llevar una dieta equilibrada, variada y adecuada, sino que implica también realizar actividad física de forma regular, fomentar el bienestar emocional en el núcleo familiar y, muy importante, desarrollar unas rutinas que nos permitan tener un sueño y descanso de calidad. Y lo tratamos todo bajo la parábola de que los hábitos saludables forman parte de la Galaxia Saludable: en ella tenemos 4 planetas, una para cada componente (alimentación saludable, actividad física, descanso y bienestar emocional) y todos interactúan entre sí, dependiendo el bienestar de uno de los tres restantes. Los efectos de la falta de sueño van más allá de estar cansado al día siguiente.

  • Si no se duerme bien se come más cantidad de alimentos y de peor calidad
  • Si no se duerme bien se hace menos ejercicio y aumentan las horas de pantalla
  • Si no se duerme bien el humor es peor y se está más irritable

¿Cómo podemos lograr que los niños, niñas, jóvenes y sus familias descansen de forma adecuada?

Recomendaciones:

Dormir la cantidad de horas necesarias: un descanso adecuado es fundamental para el buen desarrollo físico, emocional y social de los niños. Cuando dormimos más no solo descansamos más, también tenemos más energía y eso nos permite disfrutar de las actividades diarias. En el caso de los niños y niñas se ha demostrado que los que cumplen con las horas recomendadas de descanso tienen un menor riesgo de padecer obesidad. ¿Cuántas horas deben dormir según su edad?

  • De 3-5 años los niños necesitan entre 11-13 horas de sueño ininterrumpido.
  • De 6-12 años necesitan entre 10-11 horas.
  • De 12-18 años requieren 9-9.30 horas.
  • Los adultos requieren entre 7 y 9 horas de descanso

Pantallas apagadas 30 minutos antes de acostarse: La exposición a la luz artificial provoca estímulos sobre el sistema nervioso central. Estos estímulos son asociados por el cerebro como si aún estuviéramos activos. Es importante tener en cuenta la importancia de desconectar al menos media hora antes de irse a la cama. Apagar los aparatos electrónicos, pantallas, incluso e-books y dedicarse a algo que ayude a relajarse y coger el sueño es clave.

Condiciones óptimas de la habitación: La luz, la temperatura o el ruido que hay en la habitación en la que se va a dormir son claves para un buen descanso. Debemos asegurarnos que estos tres factores son óptimos para garantizar que los menores y el resto de la familia podrán tener un sueño reparador.

Rutinas y ritmo familiar: Los niños y niñas necesitan que se regulen ciertas condiciones ambientales para facilitarles que puedan seguir el ritmo y esto es especialmente importante cuando hablamos del sueño. Se ha demostrado que tener una buena rutina nocturna antes de ir a dormir mejora de manera significativa el sueño de los menores y la satisfacción de los padres. Irse a dormir siempre a la misma hora y siguiendo la misma rutina (lavarse los dientes, ponerse el pijama, atenuar la luz, leer un libro…) es clave para facilitar la transición y preparar el cuerpo para el descanso. 

Pau y Marc Gasol fomentan, a través de la Gasol Foundation, que los niños, niñas, jóvenes y sus familias interioricen la importancia de un buen descanso de calidad y lo incluyan en sus rutinas diarias para garantizar un óptimo estado de salud en su presente y en su futuro.